La víspera, miembros de una delegación de alto nivel de este organismo de Naciones Unidas instaron a evitar el uso de la peligrosa ruta de tránsito, principalmente de haitianos, para llegar a Estados Unidos.
Directoras de la OIM visitan la nación centroamericana con el objetivo de recorrer los centros de recepción construidos por el gobierno panameño para migrantes, donde reciben atención médica y refugio gratuitos tras una agotadora y peligrosa travesía de varios días por la inhóspita zona fronteriza.
«Nuestro objetivo es asegurarnos de que los migrantes no usen Darién. Debemos asegurarnos de estar listos para este camino y, de esta forma, vamos a poder trabajar», aseguró la directora general adjunta de gestión y reforma de la OMI, Amy Pope.
Sobre el tema, la comitiva precisó que la creciente ola de migrantes que se movilizan a pie por el continente hacia México y Estados Unidos es un problema complicado que requiere de un acercamiento regional de gobiernos, Organizaciones No Gubernamentales y el sector privado para lograr una solución sostenible.
Según la OIM, alrededor del 60 por ciento de los migrantes que llegan a Panamá a través del Darién son haitianos, de los cuales el 20 por ciento son niños y la mitad de ellos, menores de cinco años, a cuyo flujo se suman otras personas procedentes de Asia y África.
En declaraciones recientes a Prensa Latina, el ecuatoriano Santiago Paz, jefe de misión en Panamá de este organismo de Naciones Unidas, relacionó las dificultades naturales que enfrentan las personas durante la travesía, la cual resulta más peligrosa por la presencia de grupos criminales dedicados al trasiego de drogas y al tráfico humano.
“Mucha de la población haitiana que está circulando por la región camino hacia el Norte, no tiene su principal país de origen ahora en Haití, sino que vemos que han partido desde Brasil o Chile”, precisó.
Al evaluar el movimiento de las personas y sus causas, el experto consideró que no solo debe quedarse en las cifras, sino conocer cuáles pueden ser las motivaciones, sus aspiraciones y adónde quieren llegar para después de un análisis completo gestionar políticas migratorias regionales y nacionales ordenadas y dignas.
La misión de la OIM, de visita en Panamá como parte de una gira por Colombia, México y Estados Unidos, se trasladó este martes al Darién para visitar las estaciones de recepción, donde los migrantes ilegales son llevados para tomarles datos biométricos y darles asistencia sanitaria y alimentaria.
De acuerdo con las autoridades migratorias istmeñas en lo que va de 2021 más de 91 mil migrantes irregulares atravesaron la selva del Darién, una cifra equivalente al total de los cinco años anteriores.
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