El mandatario prevé resaltar los esfuerzos de su gobierno en la modernización de la red portuaria, con un desembolso estimado de cerca de cuatro mil millones de dólares en los próximos tres meses, fondos incluidos en la legislación que recibió el viernes pasado la aceptación final del Congreso.
El ejecutivo está ansioso por mostrar resultados tangibles de la ley de infraestructura, una de las piezas centrales de la agenda económica del mandatario junto con el proyecto de inversiones sociales aún pendiente en el legislativo por las divisiones entre los demócratas.
Los puertos más activos de esta nación norteña experimentan retrasos en la descarga de los buques portacontenedores y en la transportación de los suministros en parte debido a las interrupciones relacionadas con la pandemia de Covid-19.
Más allá de las soluciones a corto plazo para aliviar la congestión, el jefe de la Casa Blanca ha llamado a realizar mayores inversiones para que los puertos sean más eficientes y competitivos en el futuro.
Además de los desafíos políticos y en medio de una caída de la popularidad, el gobernante se enfrenta a las consecuencias del cuello de botella en los principales puertos del país, que ante el aumento de la demanda, amenazan con afectar la temporada navideña.
El viaje de Biden a Baltimore forma parte de la gira de funcionarios de su gabinete para promocionar la aceptación de la iniciativa de un billón de dólares para construir y modernizar puertos, aeropuertos y carreteras.
El ocupante del Despacho Oval busca una bocanada de aire fresco tras semanas en que su aceptación cae en picada, de acuerdo con las encuestas.
oda/avr