Dilma Roussef, Rafael Correa, José Manuel Zelaya y Ernesto Samper, junto a una larga lista de escritores, políticos, artistas, juristas, entre otros, suscribieron la petición al gobierno de EE.UU. para “que cese el inhumano bloqueo contra Cuba” y “detenga sus tentativas de desestabilizar” a la isla.
-Estados Unidos alienta desobediencia civil, anarquía y caos en Cuba
Los firmantes recordaron que desde hace más de 60 años Washington mantiene un régimen de sanciones contra Cuba, y que “en la década de los noventa del siglo pasado, dictó una serie de leyes que lo endurecieron aún más, tratando de cerrarle posibilidades para la compra de alimentos, buscando doblegar a su pueblo por hambre”.
Solo durante la presidencia de Donald Trump se aprobaron “243 medidas que afectan mucho más a la economía de Cuba, buena parte de ellas durante la pandemia del Covid-19. Ellas siguen vigentes con el gobierno de Joe Biden”, señaló la carta.
Uno de los promotores del documento, el escritor colombiano Hernando Calvo Ospina exiliado en Francia, explicó a Prensa Latina que “en los últimos años y con el desarrollo del internet, la guerra psicológica y de propaganda aumentó, tratando de sembrar la división interna y el odio hacia sus dirigentes”.
“Directamente o por intermedio de sus mercenarios antipatriotas, (Washington) llama a la desobediencia, a sembrar el caos, interfiriendo en los asuntos internos de Cuba”, añadió, algo que en los propios EE.UU. acarrea graves condenas “para quienes reciban dinero de una potencia extranjera para tratar de influir en la política interna o llamar a la desobediencia civil”, dijo.
En esa guerra de acoso “los grandes monopolios informativos se han convertido en armas más poderosas y destructoras que las bombas atómicas, pues lavan cerebros, crean imágenes y situaciones”.
Y tratan de hacer creer que “Cuba es el infierno, a pesar de que allí no existe la miseria, ni la violencia y ni la represión estatal que existe en Estados Unidos y muchos países europeos”, añadió.
Para el investigador colombiano Washington mantiene el bloqueo, pero también la agresividad contra la isla, como una cuestión interna, donde las elecciones juegan un papel muy importante a la hora de tomar decisiones sobre Cuba, pues para los candidatos los votos y los aportes económicos que logran en La Florida, nido de la contrarrevolución cubana, son esenciales.
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