Ante esa situación, confirmada este viernes con datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, en inglés), la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, sugirió a las empresas ofrecer a los trabajadores paquetes más competitivos para evitar la escasez de mano de obra en algunos sectores.
De acuerdo al informe de la BLS, en septiembre se ofertaron 10,4 millones de nuevos puestos de trabajo, hubo 6,5 contrataciones y 6,2 millones de terminaciones de contratos, donde se incluyen quienes renunciaron.
La cantidad de personas que abandonaron sus empleos -correspondiente al tres por ciento de la fuerza laboral del país- evidencia cuán dispuestos están los estadounidenses a dejar sus ocupaciones actuales en busca de puestos con mejor remuneración o mayor realización personal, indican economistas.
Las mayores bajas ocurren entre quienes realizan funciones que exigen presencialidad y conllevan menores salarios, apuntó Nick Bunker, director de investigación económica de Indeed, un espacio de búsqueda de empleo que refleja cómo aumentan las vacantes en las esferas de fabricación, ocio y hostelería.
Entre las causas de este fenómeno están las malas condiciones laborales que han llevado a numerosos sindicatos a realizar huelgas en los últimos meses para reclamar mejores sueldos y condiciones.
Otra de las cuestiones que influye son los mandatos de vacunación contra la Covid-19 implementados por la Casa Blanca en centros laborales públicos y privados como forma de obligar a millones de personas a inmunizarse, pero muchos se resisten a los inyectables y prefieren ser despedidos.
En medio de la recuperación económica la falta de mano de obra es una preocupación para las autoridades y de prolongarse en el tiempo los expertos alertan que se verían afectadas las posibilidades de crecimiento.
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