La iniciativa -aprobada en el Congreso con apoyo bipartidista y promulgada la víspera en un acto en la Casa Blanca- permitirá mejorar la “columna vertebral” de esta nación, afectada durante años por la falta de inversiones, afirmó el mandatario.
El paquete de más de un billón de dólares ayudará a generar empleos y hará que el país sea más competitivo a nivel mundial, reiteró el gobernante en su discurso sobre un puente construido hace más de ocho décadas en Woodstock, pueblo ubicado en la zona rural de New Hampshire.
En ese territorio del noreste del país hay 215 puentes considerados «estructuralmente inseguros» y más de mil kilómetros de carreteras en malas condiciones y para reparar esas obras el estado espera recibir más de mil millones de dólares de ayuda federal como parte de la nueva ley, apuntó el diario The Hill.
Medios locales destacan que New Hampshire es clave en las elecciones intermedias de 2022 y por eso el ocupante del Despacho Oval fue hasta allí a promocionar los beneficios de la nueva ley en aras de buscar apoyo para los demócratas.
The New York Times destaca opiniones de los economistas que concuerdan en que la legislación pronto podría empezar a dar dividendos para una amplia gama de empresas y personas, desde los fabricantes de vehículos eléctricos hasta los internautas rurales.
Aunque se quedó corta en su versión inicial de 2,3 billones de dólares, la norma pudiera dar un aire a la administración duramente golpeada en el Congreso por la falta de resultados en otros proyectos sociales como la ley del voto o la de beneficios sociales, lo que unido a un repunte de la inflación provocó una caída de la popularidad de Biden.
El mandatario tiene programado visitar Michigan mañana también para promover la ley de infraestructuras, mientras que esta semana con ese mismo objetivo la vicepresidenta, Kamala Harris, viajará a Ohio, y el secretario de Transporte, Buttigieg, irá a Arizona.
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