Carrasco volvió al gabinete tras unas semanas de haber dejado el cargo de ministro del Interior por la renuncia del gabinete ministerial en pleno, encabezado por el primer ministro Guido Bellido, dirigente del partido de gobierno, Perú Libre.
Tras desempeñarse como destacado fiscal Anticorrupción, ejerció esa cartera por poco más de dos meses, hasta el 6 de octubre último y en los días siguientes fue nombrado asesor del ministro de Justicia, Aníbal Torres.
El nuevo titular de Defensa reemplaza a Walter Ayala, quien dimitió cuando el parlamento bajo influencia de la extrema derecha, se aprestaba a interpelarlo y censurarlo (destituirlo) por acusaciones de exjefes militares de que gestionó indebidamente el ascenso de tres oficiales al grado de general.
Ayala negó la imputación y, al renunciar el domingo último en forma irrevocable, dijo que no lo hacía por asumirse culpable de las acusaciones, sino para evitar que la oposición use su caso para buscar la vacancia (destitución) del presidente Castillo.
Pardo reemplaza a Jorge Incio, cuyo retiro del gabinete era reclamado por el partido Acción Popular debido a que es militante de esa agrupación, que no lo había autorizado a formar parte del gobierno de Castillo.
Poco antes de la ceremonia de juramentación de Carrasco e Incio, la primera ministra declaró que junto al presidente evaluaban tres opciones y diversas fuentes afirmaron que los otros dos eran los generales en retiro Jorge Chávez, quien ayer se reunió con el presidente, y Wilson Benítez.
De otro lado, el partido de extrema derecha Avanza País, del economista Hernando de Soto, presentó una moción para interpelar al ministro de Educación, Carlos Gallardo, por la filtración de preguntas del examen de calificación de los maestros, aunque era cuestionado por la derecha por su trayectoria sindical, calificada como radical.
También está en proceso otra moción para interpelar al ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, pese a que la semana pasada el pleno legislativo no aprobó un primer intento en el mismo sentido.
Voceros de los partidos de extrema derecha han planteado interpelar a los ministros continuamente y solo discrepan en hacerlo en grupos o uno por uno.
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