El parlamentario se refirió a desavenencias entre el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, quienes discreparon en la estrategia para sostener el paro indefinido que encabezaron contra el Ejecutivo.
Refirió que las pugnas se tornaron tensas por dicha razón y además por la decisión del Gobierno de abrogar la Ley 1386 (manipulada por ellos con fines golpistas), lo que desmovilizó a los gremiales y transportistas convocados a participar en esta medida de fuerza antigubernamental.
El conflicto entre los opositores escaló después por la no invitación de Calvo a Camacho al cabildo del 12 de noviembre debido a protagonismos políticos, lo que rebasó la paciencia del Gobernador cruceño, según reportó el diario Ahora el Pueblo.
El diputado por el MAS argumentó que a ello responde el cerco realizado por la Unión Juvenil Cruceñista a las instalaciones del Comité Cívico pro Santa Cruz exigiendo la renuncia de Rómulo Calvo, a quien calificaron como traidor después de suspender la huelga indefinida.
Por su parte el senador cruceño William Tórrez dijo que Calvo probó de su propia medicina y sintió lo que la población siente cuando la cercan y la amenazan.
Afirmó que Calvo y Camacho fueron, son y seguirán siendo la expresión de la mayor intolerancia, y lo que ellos hicieron fue precisamente sembrar odio, rencor, rabia e intolerancia en su propia gente, por lo cual ahora cosechan lo sembrado, manifestó.
Con ese criterio coincidió el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, quien aseveró que la petición de renuncia de Calvo como líder del Comité Cívico pro Santa Cruz es producto de la dictadura con la que se manejan y les tocó probar su propia medicina.
“No se puede actuar en dictadura, con gente pagada, gente que asiste a marchas obligada, incluso a maltratar a las demás personas, son resultados que no se comparten”, sentenció el legislador militante del MAS.
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