Socialdemócratas, verdes y liberales plantean imponer como obligatoria la presentación de un certificado actualizado de vacunación o mostrar un test negativo al SARS-CoV-2, virus causante de la dolencia, para acceder al trabajo o al transporte público.
Durante su presentación la víspera ante el Bundestag (Cámara Baja) la legislación encontró la oposición del bloque conservador, ahora en el poder, y la ultraderechista Alternativa para Alemania, mientras la Izquierda se abstuvo.
Pero el nuevo marco legal superó la ratificación y sustituirá a la llamada “situación epidémica de alcance nacional”, en vigencia hasta el 25 de noviembre, y que permite a los Estados federados introducir restricciones sin la aprobación de los parlamentos regionales.
La normativa se impone en medio de la alarma nacional ante los sucesivos máximos de incidencia y contagios con la enfermedad que registra el país.
En ese escenario los líderes regionales reclamaron la víspera al gobierno central un proyecto de ley para implantar la vacunación obligatoria en sectores profesionales «sensibles», como personal sanitario y de atención a ancianos y otras personas vulnerables.
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