Pese a las mejoras en materia comercial el débil intercambio entre los países del continente es uno de los rezagos sin eliminar, planteó el Reporte de Economía y Desarrollo 2021 del CAF.
Según ese informe, la cifra para América Latina llega a apenas un 15 por ciento del total de sus exportaciones y se mantiene así desde la década de los 90, muy por debajo del 60 por ciento que suma la Unión Europea, el 45 de América del Norte o incluso el 22 del Mercado Común Centroamericano.
Además, en términos de inserción la región tampoco presenta importantes avances, pues la participación del continente en el comercio internacional se ha mantenido por muchos años entre el cuatro o cinco por ciento del total mundial.
Eso sí, algunos países muestran progresos, como por ejemplo Colombia, cuyo nivel de comercialización total respecto a su PIB sobrepaso el 27 por ciento en 1984 hasta llegar al 37 por ciento en 2019.
Para el vicepresidente de conocimiento del CAF, Pablo Sanguinetti, el vaso está medio lleno, el comercio intrarregional es bajo, pero hay espacio para crecer, y destacó que el 85 por ciento del comercio de la región está liberalizado y se hacen importantes esfuerzos para bajar aranceles.
Sin embargo, apuntó, los costos de las compraventas intrarregionales siguen altos, como en el caso de las exportaciones que son superiores a los de la Unión Europea.
De acuerdo con el CAF para cambiar ese indicador se necesita una agenda de facilitación de trámites aduaneros, mejorar la calidad de las vías, pues si la velocidad del transporte terrestre fuera en promedio 90 kilómetros por hora, el comercio podría multiplicarse por 10, y eliminar restricciones a las regulaciones.
En tal sentido se demanda reducir aranceles, costos aduanales y de frontera, proveer la infraestructura adecuada para mejorar la integración física entre los países y aquella que favorece la integración energética y contar con regulaciones domésticas y regionales que impulsen la unificación productiva y las cadenas de valor, aseguró.
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