A una pregunta en su muro de Facebook, el gobernante aclaró que su decisión dependerá de si recibe suficiente apoyo de la población.
Ya a comienzos de esta semana, Babis mencionó que el mandatario Milos Zeman -ingresado en el Hospital Militar Central de Praga desde octubre pasado- le dijo que querría verlo en la carrera por el sillón presidencial.
De acuerdo con la ley checa, un aspirante presidencial debe reunir 50 mil firmas de ciudadanos inscriptos en el registro electoral, 20 diputados o 10 senadores.
Lo último no supone un problema pues su partido, la Alianza de Ciudadanos Descontentos, tiene 72 curules en la Cámara Baja (Diputados).
Babis perdió los comicios legislativos del 8 y 9 de octubre pasados a manos de la coalición Spolu (Juntos), que encabeza Petr Fiala, a la postre encargado por Zeman de formar gobierno.
Spolu consiguió un acuerdo con la alianza liberal, que integran las formaciones Pirata, y Alcaldes e Independientes, con lo que cuenta con 108 de los 200 escaños en el parlamento.
En caso de que Fiala, del Partido Democrático Cívico, consiga el gobierno pondrá fin a ocho años de poder del magnate agroindustrial Babis, sobre quien pesan sospechas de fraude con fondos comunitarios y diversos conflictos de interés.
gasro