Según el periódico, esta pérdida representa entre el 13 y el 19 por ciento de la población mundial de estos majestuosos árboles.
Un informe del Servicio de Parques Nacionales estimó que dos incendios ocurridos en septiembre provocados por una tormenta eléctrica causaron la muerte de entre dos mil 261 y tres mil 637 secuoyas gigantes maduras, es decir, entre el tres y cinco por ciento de la población.
Las que recibieron graves quemaduras podrían morir dentro de cinco años, dijo Clay Jordan, superintendente de los parques nacionales de Sequoia y Kings Canyon, en una entrevista al diario neoyorkino.
Las secuoyas gigantes, que se encuentran en la vertiente occidental de Sierra Nevada, en California, pueden vivir miles de años hasta empequeñecer todo lo que les rodea.
Entre estos árboles se encuentran tesoros nacionales icónicos como el árbol General Sherman, considerado el más grande del mundo, con una altura de 275 pies y un diámetro de 36 pies en la base.
Los incendios KNP Complex, Windy y Castle dejaron unas tasas de mortalidad de las secuoyas sin precedentes, advirtió Jordan.
Los siniestros cada vez son más catastróficos e incontrolables, lo que amenaza la salud de nuestros bosques de secuoyas y las comunidades que los circundan, dijo.
Las secuoyas evolucionaron para sobrevivir, e incluso prosperar, en los incendios, pero la intensidad cada vez mayor de los fuegos en California son demasiado para ellas, explicó The New York Times.
Los expertos afirman que los incendios que soportaron las secuoyas durante siglos fueron en su mayoría de baja intensidad.
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