La plataforma que aboga por el respeto a los derechos humanos de los migrantes criticó que las deportaciones continúan a pesar de la visita de un representante del Gobierno haitiano a Santo Domingo, y la promesa de detener esos procesos.
Solo el 17 y 18 de este mes, cuando concluyó su misión el enviado especial Daniel Supplice, las autoridades migratorias retornaron a 400 personas a través de los puestos fronterizos de Ouanaminthe (noreste) y Belladère (centro).
Entre ellas figuraba un estudiante de Ciencias de Salud originario de Cabo Haitiano, en el extremo norte del país, denunció el GARR.
Por su parte, la Fundación Zanmi Timoun deploró que desde inicios de año, los agentes dominicanos deportaron a 214 niños no acompañados a través de los puntos oficiales, y 84 por los no oficiales, lo cual a juicio de la entidad viola los derechos más elementales de la infancia.
En las últimas semanas, en medio de los tensos intercambios entre los gobiernos de los dos Estados, creció el número de retornados haitianos y algunos denunciaron que fueron objeto de maltrato físico, mientras mujeres aseguraron ser blanco de agresiones sexuales.
Santo Domingo, por su parte, adoptó varias medidas para frenar la inmigración, entre ellas la suspensión del programa de visado para estudiantes haitianos y la prohibición de atención de ciudadanos irregulares en los hospitales públicos, así como mayor control en la frontera.
De acuerdo con las autoridades, estas disposiciones responden al aumento de la inseguridad en Haití, sin embargo, para las voces del patio, son parte de la política «racista» de Dominicana.
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