Las autoridades puertorriqueñas atribuyen estos hechos, principalmente, a la lucha entre pandillas por la supremacía en el trasiego y distribución de drogas, actividad ilícita que escapa también al control del Buró de Investigaciones Criminales (FBI) en esta isla del Caribe, colonia de Estados Unidos.
La primera muerte violenta correspondió en la madrugada del sábado a un hombre de 37 años en el estacionamiento de una biblioteca en la municipalidad de Quebradillas (noroeste).
Otro hombre murió víctima también de múltiples balazos en la tarde del sábado, esta vez en la avenida San Patricio, en San Juan.
Ese mismo día en la noche se produjo el doble asesinato de dos hombres de 42 y 43 años en Carolina, contiguo a San Juan.
Otro doble asesinato, en esta ocasión de dos varones de 37 y 50 años de edad, se escenificó más tarde en la noche de ese sábado en un negocio en Luquillo, en el noreste de Puerto Rico.
En la madrugada del domingo fue abatido a balazos un joven de 25 años en un complejo de viviendas públicas en el occidental municipio de Mayagüez.
Mientras que esa misma madrugada fue muerto a tiros otro joven de 21 años, en el sector capitalino de Santurce, hechos en los que también fue herida una fémina.
En el norteño municipio de Toa Baja fue hallado en la mañana del domingo dentro de un vehículo frente a su residencia el cuerpo sin vida de un hombre de 40 años, igualmente a causa de varios disparos.
En horas de la madrugada del domingo también fue asesinado a tiros un hombre de 65 años en el barrio Sultana, en Mayagüez.
Mientras que un joven de 23 años cayó abatido en la madrugada de este domingo en una residencia en una urbanización en Las Piedras, pueblo de la región centro oriental de Puerto Rico.
Otro hombre fue ultimado a tiros en la madrugada del domingo en la calle Cecilia, en sector capitalino de Hato Rey.
En la noche del domingo se produjo el asesinato a tiros de un joven de 33 años en el barrio Tuna, en Guayanilla (sur), mientras se desplazaba en una motocicleta.
Este lunes, cerca de las 13:00 hora local se produjo otro doble asesinato en la autovía PR-53, kilómetro 86.2, entre los sureños municipios de Guayama y Salinas, en un incidente en que otros personas ocupantes del vehículo resultaron heridas de bala.
Las autoridades atribuyen estos asesinatos a la guerra entre pandillas de delincuentes vinculados al narcotráfico, como parte de la descomposición social que vive esta isla del Caribe, después de 123 años bajo la dominación colonial de Estados Unidos.
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