Nuestro derecho a la interrupción del embarazo está siendo atacado mientras un número cada vez mayor de estados intentan privar a las mujeres de este procedimiento, alertó la organización en un comunicado.
También hay restricciones más sutiles y nefastas que se están considerando cada vez con más fuerzas, como proyectos de ley que pondrán este derecho fuera del alcance de las mujeres estadounidenses, aunque no lo prohíban de forma rotunda, añadió.
Demandamos a Texas por su prohibición del aborto, que es abiertamente inconstitucional, explicaron mientras convocaron a través de la publicación The Nation a la firma de una petición dirigida a las autoridades del país para que se garantice el acceso seguro al procedimiento.
En septiembre, entró en vigor la Ley del Latido, que recibe este nombre por prohibir que las mujeres se practiquen un aborto a partir del momento en que se percibe actividad cardiaca en el feto.
Esto puede ocurrir tan pronto como a las seis semanas de gestación, momento en que muchas mujeres comienzan a percibir que están embarazadas.
“Los políticos de Texas introdujeron una serie de restricciones extremas contra el aborto, pues se creen con potestad para decidir sobre los cuerpos de las mujeres”, añadió la ACLU.
La ley incluso autoriza a cualquier persona a demandar a quien haya realizado o ayudado a una paciente a acceder a un aborto.
Esto significa que cualquier ciudadano puede desmantelar las redes de apoyo al aborto, y denunciar a esos familiares que lleven a una mujer a una cita o un miembro del círculo de confianza de las mujeres que les aconsejen a interrumpir su embarazo, rechazó la organización.
La ACLU, junto con sus organizaciones asociadas, está luchando en los tribunales y las legislaturas todos los días y no vamos a detenernos hasta que la ley sea desestimada, concluyó en el comunicado.
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