Al justificar la medida, la HNEC precisó que la ley electoral exige que los candidatos no pueden haber sido condenados por un delito grave y también deben carecer de antecedentes penales.
La normativa existe, pero una acusación sin sentencia firme no invalida a ningún aspirante al cargo según la ley, afirmó en un comunicado el experto Ramadan Al Tuwaijer.
No defiendo a ninguno de ellos, con algunos ni siquiera estoy de acuerdo, pero no podemos impedirles participar en el proceso solo por una acusación, recalcó.
También el parlamentario Saleh Afhima criticó a la HNEC por su “aplicación selectiva de los artículos de la ley electoral“, lo cual, a su juicio, es una decisión política.
Comentó que ninguno de los contendientes fue descalificado por artículo 12 del código, en clara alusión al primer ministro interino Abdul Hamid Dbeiba.
Según ese polémico acápite, ningún aspirante a la máxima magistratura puede ocupar un cargo gubernamental en los tres meses previos a las elecciones, que se celebrarán el 24 de diciembre.
Por su parte, el dirigente del Movimiento Nacional Popular Libio, Mustafa Al Zaidi, denunció que quienes trabajaron en el Gobierno durante la época de Gadafi fueron marginados.
En un mensaje en Facebook, al Zaidi acusó a la Hermandad Musulmana de estar detrás de esa campaña.
Llamo a la conciencia del pueblo libio para derribar esta etapa de conspiraciones con el fin de nombrar a un presidente capaz de unificar las instituciones, lograr la estabilidad y resistir la manipulación extranjera, subrayó.
El jefe del Consejo Supremo de Tribus y Ciudades de la región de Fezzan, Ali Misbah Abu Sbeiha, también criticó la acción al estimar que fue motivada por “razones política y no legales”.
El comediante Hatem El Kour rechazó su exclusión como candidato al afirmar que no tiene ningún problema de salud ni tampoco le pidieron un chequeo médico que lo pruebe.
La comisión electoral lo vetó en base a un artículo que exige al aspirante “estar médicamente apto para desempeñar las funciones de la presidencia”.
Un total de 98 libios presentaron sus credenciales para optar por el cargo, entre ellos el mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del este del país; el titular del Parlamento, Aqilah Saleh, y el primer ministro interino Abdul Hamid Dbeiba.
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