El Departamento de Interior sugirió elevar las tarifas a las compañías que realizan esa función, aunque grupos ambientalistas consideran la medida insuficiente para cumplir la promesa de campaña del presidente Joe Biden de poner fin a la perforación de combustibles fósiles en terrenos federales para combatir el cambio climático.
La secretaria del Interior, Deb Haaland, describió las reformas como «urgentes» para brindar un rendimiento justo a los contribuyentes y evaluar los costos relacionados con el medio ambiente.
Los cambios, según Haaland buscan evitar nuevos arrendamientos que entren en conflicto con la recreación, la vida silvestre, la conservación y los recursos históricos y culturales.
Actualmente, la perforación en tierras públicas representa el siete por ciento del petróleo de producción nacional y el ocho por ciento del gas obtenido dentro de este país norteño.
Sin embargo, el documento divulgado este viernes no hace recomendaciones similares para la perforación en alta mar, que significa el 16 por ciento de toda la producción de petróleo y el tres por ciento del gas.
El grupo ambientalista Centro para la Diversidad Biológica criticó las propuestas por ser demasiado insignificantes en medio de la actual emergencia climática.
Por otro lado, el representante republicano Bruce Westerman, miembro del Comité de Recursos Naturales de la Cámara Baja, dijo que la propuesta de la Casa Blanca busca hacer aún más difícil y costoso producir energía en tierras federales, publicó el diario The Hill.
Haaland asegura que el gobierno quiere reducir la huella de carbono de la nación fomentando el arrendamiento de fuentes de energía renovable como la eólica, solar y geotérmica en lugar de combustibles fósiles.
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