El director regional de Salud de Amazonas, Elías Bohórquez, precisó que el pequeño integrante de una comunidad nativa, murió aplastado por maderos a consecuencia del movimiento sísmico, en la provincia de Condorcanqui.
De otro lado, Paulino Ruiz, poblador de municipio de La Jalca Grande de la provincia de Chachapoyas, estuvo a punto de morir sepultado por los escombros de su vivienda, que se derrumbó sobre él por el terremoto.
Cuando se sentía “muerto por dentro”, según recuerda, sus vecinos lo alentaban a aguantar y retiraban los escombros que lo tenían inmovilizado, hasta liberarlo y conducirlo a un hospital.
Entretanto, el presidente Pedro Castillo cumplió su segundo día en Amazonas, coordinando acciones de asistencia a los damnificados y dio prioridad a la evacuación de los pobladores que habían perdido sus casas por el sismo y aseguró la ayuda gubernamental para la reconstrucción.
“Lo primero que hay que hacer es salvar la vida de las personas. No queremos tener consecuencias funestas, primero evacuamos a la gente”, declaró sobre el terreno.
El traslado de los evacuados se realiza con aviones y helicópteros, por la devastación de las carreteras que en muchos puntos fueron destruidas por el terremoto o convertidas en intransitables.
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