Entre los asuntos a discutir antes del receso de Navidad están los proyectos de ley de presupuesto de defensa y el plan de beneficios sociales impulsado por la Casa Blanca.
Sin embargo, lo más urgente para los congresistas es evitar que el gobierno quede sin fondos a partir de la medianoche del viernes 3 de diciembre y para impedirlo deberían aprobar en los próximos días una ley que permita extender la financiación.
Respecto a ese tema aún no existe un consenso porque algunos demócratas respaldan una ley que financie al ejecutivo hasta fin de año y en ese momento analizar otra norma similar para 2022, mientras otros abogan por una medida provisional que resuelva el problema hasta febrero o marzo para no votar dos veces en un mismo mes.
Además, los legisladores deben prestar atención al límite de la deuda federal, ya que Estados Unidos podría incurrir en un impago el próximo 15 de diciembre, según avisó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
El pasado mes de octubre ya el país estuvo al borde de la suspensión de pagos y finalmente lograron aplazar hasta diciembre esta problemática, que constituye una amenaza para la economía del país con repercusiones a nivel global.
En estos momentos, el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer (demócrata de Nueva York), y el líder de la minoría, Mitch McConnell (republicano de Kentucky), no parecen estar cerca de un acuerdo sobre el asunto del endeudamiento, refiere el diario The Hill.
La solución podría estar en la utilización del llamado mecanismo de reconciliación, el cual permitiría a los demócratas aprobar la extensión del límite crediticio sin contar necesariamente con el apoyo de los republicanos, pero la bancada azul quiere usar esa variante para garantizar el paquete social de Biden.
Estas divergencias entre los congresistas impiden avanzar los planes del mandatario, quien -como reflejan encuestas recientes- enfrenta un descenso en su popularidad entre otras cuestiones por las dificultades para implementar su agenda económica, señalan analistas.
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