El informe emitido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que la victoria de la alianza integrada además por los partidos Salvador de Honduras, Innovación y Unidad Social Demócrata y Honduras Humana, resulta similar a la lograda por la organización oficialista Nacional en los comicios de 2017.
El triunfo de Castro y Libre tiene también reflejo en 17 de los 18 departamentos, con amplio margen de diferencia entre los principales aspirantes al máximo puesto de dirección, si bien estas oncenas elecciones, desde el regreso a la democracia en la década de 1980, vaticinaban una contienda política cerrada.
Según lospronósticos señalan el bloque opositor lidera en seis de cada 10 municipios, un 63 por ciento del total de esas demarcaciones, y representa casi el doble de lo alcanzado por el aspirante del Partido Nacional, Nasry Asfura, al frente en 88 jurisdicciones.
Este conteo parcial determina también que el oficialismo acumuló tres veces menos distritos que en los comicios de 2017, cuando predominaron en 220 de estos, y destaca que perdió significativas regiones y zonas, con superioridad histórica, entre estas, Distrito Central que incluye a Tegucigalpa, la capital; y San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante y centro económico del país.
Incluso, Asfura alcanzó apenas 38,5 por ciento de los votos frente a 51,9 por ciento de Xiomara Castro en el Distrito Central, municipio tradicionalmente teñido de azul y donde, precisamente, el aspirante del partido en el gobierno es su alcalde desde hace ocho años.
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