Los enunciados de la 24 Asamblea General de la Organización Mundial de Turismo (OMT), a priori, se antojan alentadores, partiendo del deseo de pasar la página a la crisis generada por la Covid-19, junto con la necesidad de oxigenar las economías severamente golpeadas.
Habrá, no obstante, mesura y el propio surgimiento de la variante Ómicron del SARS-CoV-2 así lo recomienda, dijeron a Prensa Latina delegados de Argentina, República Dominicana, México, Brasil, Cuba, Paraguay y Puerto Rico.
Punto clave en ese sentido es la adopción del Código Internacional para la Protección de los Turistas, bautizado con este nombre, que establece un mecanismo frente a pandemias, desastres naturales y las consecuencias del calentamiento global de la atmósfera.
La cita, que reeligió con un mandato hasta 2025 al actual secretario general de la OMT, el georgiano Zurab Pololikashvili, se pronunció de forma favorable a la instalación de nuevas oficinas regionales, luego de la positiva experiencia de Arabia Saudita que instaló un buró que atiende a 13 naciones del Medio Oriente.
Por América Latina y el Caribe, República Dominicana, Argentina y Brasil son los aspirantes. Sólo restan detalles en torno a los reglamentos, que a todas luces apuntan a que cada oficina regional asume sus propios costes.
Al respecto, Pololikashvili consideró que multiplicar el alcance de la OMT coadyuvará al mejor desarrollo del dominio a futuro, algo que podrá constatarse en 2023 cuando se efectúe la 25 asamblea en Samarkand, Uzbekistán, elegida en las reuniones de Madrid.
Bali, Indonesia, y Arabia Saudita, serán las próximas sedes del Día Mundial del sector, con los lemas Repensar el turismo y Turismo para inversiones verdes.
«Guiado por la OMT, el turismo mundial se enfrenta a los retos de hoy, al tiempo que mira a las oportunidades de mañana. La Asamblea General muestra la determinación del sector de reiniciar, liderar la recuperación y ser un pilar central del desarrollo sostenible y la acción climática”, reiteró Pololikashvili.
Otro de los asuntos analizados en el seno del Consejo Ejecutivo, que sesionó como preámbulo a la Asamblea, fue la respuesta de la OMT a la crisis y el proyecto Destination Tracker, desarrollado en colaboración con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
El también denominado Rastreador de Destinos OMT-IATA es una herramienta en línea para que los gobiernos faciliten información sobre los requisitos para viajar en tiempos de Covid-19 y sobre las medidas vigentes en cada nación.
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