El pasado 27 de noviembre, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en el desfile de las fuerzas de autodefensa terrestres, cuestionó nuestras medidas para el refuerzo de las capacidades autodefensivas, informa una nota oficial.
La declaración señala que la nación nipona ejerció sobre Corea una dominación fascista colonial por más de 40 años, saqueó los recursos humanos y materiales y pisoteó despiadadamente sus derechos a la soberanía y al desarrollo.
Fortalecernos y protegernos contra fuerzas hostiles para que jamás se atrevan a violar la soberanía y la seguridad de nuestra República, constituye un derecho legítimo que nadie puede violar, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC.
Esa institución recordó que las luchas que Japón libró contra la dinastía Qing y la Rusia zarista para lograr el dominio exclusivo sobre Corea fueron agresivas mediante ataques adelantados y sorpresivos.
Según el texto, el hecho de que Kishida cuestione las medidas de Pyongyang para fortalecer las capacidades de defensa nacional constituye una manifestación de la intención de realizar a toda costa una nueva agresión mediante la amenaza a países vecinos.
Cuanto más Japón persiga la ambición de una nueva agresión para vengar su derrota, tanto más acarreará el agravamiento de la situación regional y su destrucción, concluye el comunicado.
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