Los tres jueces de la corte consideraron “insostenible” los alegatos del equipo de defensa, según los cuales los fondos transferidos a las cuentas del exgobernante o de sus allegados procedían de una donación realizada por un príncipe saudita.
Razak, de 68 años, aún podrá seguir en libertad bajo fianza y sus abogados dijeron que presentarán otro recurso ante el Tribunal Superior de Malasia.
Su condena a 12 años y a una multa de casi 50 millones de dólares, dictada en julio del año pasado, solo corresponde a uno de los cinco cargos en su contra asociados con el 1Malaysia Development Berhad (1MDB), un fondo estatal de inversión creado cuando estaba al frente del gobierno y objeto de multimillonarios desfalcos.
En el escándalo están involucrados la esposa de Najib, un hermano, varios empresarios próximos a él, los directivos de varios bancos y compañías y un gran número de políticos.
El destape del asunto por el diario The Wall Street Journal y el portal Sarawak Report echó por tierra las intenciones de Najib de reelegirse en las elecciones de mayo del año 2018.
La justicia de Estados Unidos cifra en cuatro mil 500 millones de dólares los fondos desviados del 1MDB, de los cuales unos mil millones habrían sido blanqueados mediante la compra de propiedades inmobiliarias, yates, obras de arte y joyas.
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