Un análisis de la revista Foreing Policy se pregunta si es posible esperar resultados tangibles de ese evento o será un festival de charlas que eventualmente emite algunas proclamas con poca sustancia.
Bajo el título “La Cumbre de la Democracia de Biden podría ser contraproducente”, el medio señala que desafortunadamente Estados Unidos no está en la mejor posición para liderar un esfuerzo de ese tipo en estos momentos.
Según la publicación, la Unidad de Inteligencia de The Economist, organización dedicada a ofrecer pronósticos y asesoramiento a sus clientes, degradó a Estados Unidos a la categoría de «democracia defectuosa» antes de que el expresidente Donald Trump, fuera elegido, y desde entonces nada ha cambiado para revertir ese estado.
Por el contrario, uno de los dos principales partidos políticos estadounidenses todavía se niega a aceptar que las elecciones presidenciales de 2020 fueron legítimas y trata de manipular las normas democráticas para futuros comicios, asegura el artículo.
Además, subraya que la lista de participantes de la Cumbre es arbitraria e inconsistente, pues incluye a líderes como el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien fue electo en las urnas, pero ha desdeñado abiertamente las “normas democráticas claves”.
La actual administración, organizadora del evento que transcurrirá hoy y mañana de forma virtual, parece querer dividir al mundo en “buenos y malos”, a pesar de una fuerte negación de tal intención, señaló esta semana el diario The Washington Post.
Entre los no convocados están ocho países de América Latina: Cuba, Nicaragua, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Haití y Venezuela, aunque sí estará el líder opositor venezolano Juan Guaidó a quien reconocieron esta semana en la ONU solo 16 de 193 países.
Tampoco está China, cuyo gobierno cuestionó que Estados Unidos, nación polarizada y con tantos problemas internos, pueda dar lecciones a otros, y criticó los esfuerzos para obligar al mundo a copiar el modelo democrático occidental.
Analistas advirtieron que con la reunión la Casa Blanca pretende enmascarar las múltiples crisis a las cuales se enfrenta Biden internamente, pero en realidad el llamado a una Cumbre sobre democracia evidencia la crisis de la hegemonía estadounidense.
En Cuba, el canciller Bruno Rodríguez aseveró que la convocatoria selectiva a una Cumbre que dice ser sobre democracia es muestra de debilidad de Estados Unidos, incapaz de encarar en la ONU el desprestigio y aislamiento de su política exterior.
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