Así lo expresaron, en diferentes términos, líderes del partido gobernante, Perú Libre, y del bloque cogobernante, Juntos por el Perú-Nuevo Perú, tras la algarabía del principal logro alcanzado el 7 de diciembre desde la victoria electoral de Castillo en el balotaje frente a la neoliberal Keiko Fujimori.
“Se impuso la razón y la responsabilidad democrática de la mayoría de bancadas”, comentó la vocera de la bancada parlamentaria de Perú Libre, Silvana Robles, tras el rechazo del pleno congresal a debatir siquiera la moción de vacancia.
Llamó al mismo tiempo al presidente Castillo a escuchar las voces críticas y rectificar rumbos, además de rechazar “al golpismo fascista de la ultraderecha”.
El secretario general de Nuevo Perú, Álvaro Campana, destacó la masiva movilización de organizaciones sociales y políticas contra la vacancia, que aislaron también en las calles a los grupos vacadores, Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País.
“No podemos dormirnos en nuestros laureles, se ha ganado una batalla al golpismo ultraderechista, pero es importante apuntalar el rumbo del cambio y enmendar errores”, advirtió.
La necesidad de rectificaciones, compartida por la gran mayoría de los partidos, alude tácitamente a los flancos débiles ofrecidos por el presidente, como sus reuniones privadas con funcionarios y empresarios fuera del palacio de gobierno y las designaciones inadecuadas de funcionarios del entorno presidencial.
Un frente de 11 partidos y colectivos progresistas, que incluyen a Nuevo Perú, los Partidos Comunistas Peruano (PCP) y Patria Roja (PC-PR), denunció la arremetida golpista contra el gobierno, de quienes quieren impedir el cambio constitucional y otras reformas necesarias y contrarias al neoliberalismo.
“Sin embargo, no podemos obviar que el gobierno ha cometido serios errores de gestión y conducción, como la ausencia de una dirección unitaria del proceso de cambio”, señalaron en un manifiesto.
El pronunciamiento agrega como falencias la falta de promoción de la unidad, del protagonismo popular y ciudadano; de una estrategia clara y un programa que movilice a la población para impulsar reformas estructurales y el proceso constituyente.
“A ello se suma la ausencia de una estrategia comunicacional y de generación de espacios de participación social que permiten la cercanía de oscuros personajes con los cuales se debe zanjar de inmediato a través de la lucha contra la corrupción”, agrega.
La corrección de limitaciones y errores -prosigue- debe ser simultánea a la reafirmación del camino del cambio por el cual votaron la mayoría de los peruanos y por el cual las fuerzas de izquierda se movilizaron “para enfrentar al golpismo mafioso” y forjar una dirección unitaria política y social del proceso.
Entre las reformas urgentes, en parte previstas por el Gobierno, menciona la segunda reforma agraria y las reformas educativa, tributaria, laboral, sanitaria y del aparato estatal, y señala que dará impulso al proceso constituyente que culmine en una nueva carta magna, agrega la declaración de 11 fuerzas de izquierda.
jha/mrs