La casa, ubicada en el exclusivo barrio limeño de Camacho, valorizada en tres millones 800 mil dólares y pagada en parte con dinero extraído de los 35 millones de dólares recibidos por el exgobernante (2001-06) de la empresa brasileña Odebrecht, a cambio de contratos de obras viales.
La incautación se enmarca en la investigación a Toledo, su esposa belga Eliane Karp y otros allegados, por el llamado “Caso Ecoteva”, nombre de la empresa fantasma creada en Centroamérica con el fin de introducir parte del dinero mal habido como si fuera capital para inversiones.
La casa fue bloqueada con anterioridad dentro de las pesquisas por el delito de cohecho, referido a la recepción de la coima de Odebrecht, confirmada por exejecutivos de la compañía.
Los fondos cobrados en el exterior e introducidos en Perú a través de Ecoteva sirvieron para pagar comprar una lujosa oficina de 882 mil dólares y pagar una hipoteca de la casa de playa de Toledo, por 227 mil dólares.
Toledo se encuentra en condición de prófugo en Estados Unidos, donde las instancias judiciales aprobaron su extradición y la de Eliane Karp, solicitada por la justicia peruana por canales diplomáticos.
La entrega de la pareja para su juzgamniento en Perú está pendiente de una apelación y de la posterior luz verde del gobierno norteamericano.
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