Un extenso artículo que publicó el diario The New York Times, “El foco de la investigación sobre el fraude de Trump: ¿Engañó a sus propios contables?”, plantea que la indagación, a cargo del fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., se centra en la información que el expresidente y su empresa compartieron sobre el valor de sus activos.
Mientras los fiscales de Manhattan sopesan si acusar a Trump de fraude, se centran en los documentos financieros que utilizó para obtener préstamos y presumir de su riqueza, según personas con conocimiento del asunto, citadas por el diario.
La investigación podría ayudar a despejar una de las incógnitas que centra la investigación criminal del exmandatario. ¿Infló el valor de sus activos para defraudar a sus prestamistas?, preguntó el Times.
Si los fiscales buscan una acusación, el resultado del caso podría depender de si pueden utilizar los documentos para demostrar que una característica definitoria de la persona pública de Trump -su inclinación por la hipérbole- fue tan extrema e intencional cuando se trata de sus prestamistas que cruzó la línea de fraude, subrayó.
Cada vez que el magnate necesitaba un préstamo, señaló, proporcionaba a los posibles prestamistas las declaraciones, que contenían proyecciones optimistas sobre el valor de su negocio inmobiliario, así como amplias renuncias que señalaban las limitaciones de las cifras.
Asimismo los fiscales de Vance descubrieron que los contables que elaboraron las declaraciones se basaron en la información subyacente proporcionada por la Organización Trump, según dijeron las personas con conocimiento del asunto.
Por otra parte, los magistrados que trabajan con la oficina de la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, examinan la posibilidad de que Trump y sus ayudantes en la empresa escogieran información favorable -e ignoraran los datos que iban en contra- para engañar a los contables y presentar una imagen demasiado optimista de sus finanzas.
Mientras, una portavoz de la firma de contabilidad Mazars USA, declinó hacer comentarios más allá de decir que no podía hablar de sus clientes o de su trabajo para ellos sin su consentimiento, y que Mazars seguía «comprometida con el cumplimiento de todas nuestras obligaciones profesionales y legales.»
Según declaraciones anteriores, Michael D. Cohen, exabogado y arreglador del exgobernante, declaró ante el Congreso que su jefe “infló sus activos totales cuando le sirvió para sus propósitos, como tratar de figurar entre las personas más ricas de Forbes, y desinfló sus activos para reducir sus impuestos inmobiliarios.»
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