Ante el drástico aumento de los precios de los alimentos, esa agencia especializada de la ONU precisó que millones de personas en los países en desarrollo se enfrentan a incrementos entre un cinco y un 17 por ciento en los costos de productos básicos tales como los cereales, aceites vegetales, frutas, hortalizas y el pescado.
Tal situación, aseguró el FIDA, perjudica a las poblaciones más vulnerables que destinan una gran parte de sus ingresos a la comida.
En un informe sobre el tema precisó que las pequeñas explotaciones, que suministran la tercera parte de los alimentos del mundo, en general producen una mayor diversidad de cultivos que los establecimientos más grandes, y desempeñan un papel fundamental en la promoción de dietas variadas.
Además, mejorar los rendimientos de la agricultura en pequeña escala favorece los ingresos de las personas del medio rural que viven en la pobreza, brindándoles más oportunidades de adquirir alimentos más nutritivos.
Si se invierte en los pequeños productores y en la agricultura, muchas naciones en desarrollo pueden incrementar la producción alimentaria local y disminuir su dependencia de las importaciones.
“Invertir en las pequeñas explotaciones, que se dedican a producir una amplia diversidad de alimentos nutritivos, es esencial para mitigar la malnutrición en las comunidades más pobres del mundo”, señaló el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo.
En su opinión no se trata únicamente de subsanar problemas de salud, ya que retribuir de manera justa a esos agricultores y facilitarles el acceso a una nutrición de calidad permite a sus hijos alcanzar su pleno potencial físico e intelectual, para que contribuyan al desarrollo económico de sus familias y sus comunidades y logren salir de la pobreza.
Se trata de inversiones para aumentar la producción de alimentos nutritivos dirigidos al mercado y al autoconsumo, promover especies abandonadas, beneficiar las infraestructuras de abastecimiento de agua, almacenamiento y transporte de alimentos perecederos, y ampliar la conciencia y la educación en torno a las dietas saludables.
Datos oficiales de la ONU indican que tres mil millones de personas son incapaces de costear comida nutritiva por los elevados precios, mientras a nivel mundial, una de cada 10 personas (811 millones de individuos) pasan hambre, y uno de cada cuatro niños menores de cinco años presentan retraso del crecimiento o son demasiado pequeños para su edad.
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