Robert Palmer, de 54 años, de Largo, Florida, es una de las 65 personas sentenciadas hasta la fecha por irrumpir en la sede del Congreso para impedir la certificación de la victoria en las presidenciales del entonces candidato demócrata Joe Biden.
En total unos 700 individuos están acusados por participar en el ataque alentado por la teoría del expresidente Donald Trump de supuesto fraude electoral y que concluyó con la muerte de cinco personas.
En la audiencia Palmer manifestó su arrepentimiento y dijo que no era justo un castigo tan severo cuando los cabecillas ni siquiera están tras las rejas.
Un comité especial de la Cámara Baja investiga los sucesos de aquella jornada mientras Trump y sus aliados intentan obstaculizar la pesquisa bajo los más diversos argumentos, incluida la invocación del privilegio ejecutivo rechazada por una Corte de Apelaciones de Washington D.C.
Este viernes, Roger Stone, un veterano confidente del magnate republicano se escudó en la Quinta Enmienda contra la autoincriminación al ser interrogado por los legisladores.
Stone, quien fue condenado en 2019 por mentir al Congreso, pero posteriormente indultado por Trump, dijo a los periodistas que cumplió con su deber cívico de asistir luego de la citación, como lo exige la ley, pero que invocó sus derechos para evitar responder.
El antiguo consultor político es uno de los varios miembros del círculo íntimo del exgobernante que se han negado a responder las preguntas del comité, dos de ellos con litigios judiciales por desacato al Congreso, Mark Meadows y Steve Bannon.
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