El episodio divino sucedió durante una boda, cuando Jesús de Nazaret convirtió el agua en vino y comenzó a ganar la popularidad, el respeto y la admiración con que después logró esparcir la fe cristiana hacia todo el mundo.
Hoy en día está muy abandonado el sitio donde ocurrió aquel suceso mágico y solo una guía ocasional, quien eludió ser identificada, relató a Orbe sobre el significativo acontecimiento.
Todavía quedan restos de los depósitos de piedra que a la orden de Jesús fueron llenados con agua y que luego transformó en vino de excelente calidad, de acuerdo con los relatos bíblicos.
A unos pocos metros se encuentra un cementerio a la sombra de los árboles, y, según cuenta la guía, en la base de uno de ellos estuvo sentado el hijo de Dios.
“Los visitantes toman sus frutos y los utilizan como amuletos para alivios contra padecimientos”, explicó.
También en Cana se halla la gruta de Dellafe, donde existe la creencia que Jesucristo permaneció allí 11 días y se le conceden poderes para los menos favorecidos, como cuando en medio de una agresión israelí fue refugio de cristianos.
El régimen de Tel Aviv trata de eliminar la relevancia histórica, cultural y religiosa de esta localidad libanesa, e incluso difunde que el primer milagro de Jesús ocurrió en Galilea, territorio que usurpó a Palestina.
Insatisfecho con esos métodos de propaganda, en 1996 y 2006 bombardeó el centro urbano, provocando masacres que los residentes nunca olvidarán.
Jamil Salami, sobreviviente de esas agresiones, relató a este semanario el genocidio cometido por Israel. El primer ataque tuvo lugar en un local que fungía como iglesia de las Fuerzas de Paz de la Organización de las Naciones Unidas. Allí encontraron refugio 54 personas, la mayoría mujeres y niños, y pese a las advertencias del mando del ente internacional, los israelíes efectuaron la embestida, explicó.
La estructura metálica está todavía en pie y hay trozos carbonizados de los cobertores utilizados por las víctimas. Con posterioridad, la municipalidad de Cana levantó un mausoleo en recordación de aquel crimen. La ciudad también fue blanco de una barbarie que Israel pretende borrar por todos los medios.
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(Tomado de Orbe)
