El reporte del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) detalló que las familias de unos 1,8 millones de menores (más del 80 por ciento) viven bajo el umbral de la pobreza (3,64 dólares diarios) en comparación con los 900 mil de 2019.
Esa precariedad, apunta el texto, influye en ver a niños forzados a trabajar o venderse en matrimonios concertados por sus padres.
“La crisis de Líbano amenaza al presente y futuro de millones de infantes y su protección contra abuso, daño y violencia y salvaguardar sus derechos son más necesarios que nunca”, expresó Najat Maalla M’jid, representante del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El informe de Unicef describió que el número de casos de abuso y explotación infantil se disparó de tres mil 913 en 2019 a cinco mil 621 en 2021.
Niños de tan solo seis años de edad trabajan en granjas, como mendigos en las calles o en la venta ilegal de combustible.
En el caso de las menores, la amenaza consiste en casarlas en busca de dotes, de acuerdo con la costumbre en el mundo árabe.
Las organizaciones de la sociedad civil notificaron que las niñas y mujeres libanesas en busca de apoyo ante violencia de género, aumentó de 21 por ciento en 2018 a 35 en 2020 y debe ser mayor en el curso que está por concluir.
“Invertir en la protección, el desarrollo y el bienestar de los niños no puede esperar, pues es esencial para una sociedad inclusiva, pacífica, justa y resiliente”, apuntó Maalla M’jid.
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