El mandatario, que no tiene previstas hasta ahora apariciones públicas esta semana, vive una temporada de fin de año complicada, muy diferente a lo que él esperaba.
La expectativa de votar antes de Navidad su plan Reconstruir mejor (Build Back Better, en inglés), de 1,75 billones de dólares para inversiones sociales y contra el cambio climático, se desvaneció cuando el senador demócrata Joe Manchin se negó a aceptar la propuesta.
El político de Virginia Occidental rechazó públicamente apoyar la reforma, destinada a rebajar el costo del cuidado de los niños, medicamentos de pacientes asociados al Medicare, y acciones para acelerar la transición energética.
Sin su voto, el Partido Demócrata no lograría la mayoría necesaria para dar luz verde a la iniciativa, que no cuenta con respaldo de ningún republicano en la Cámara Alta y, por tanto, tal parece que quedará ahí la más importante propuesta social de la agenda de Biden.
Para la representante Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, el gobernante debe ser “más contundente” y usar su autoridad para presionar a los senadores para que abandonen el obstruccionismo en aras de lograr los objetivos de su partido.
Aunque el líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, aseguró que los demócratas no se darán por vencidos e intentarán aprobar la propuesta el próximo año, ese es sin dudas un golpe para el ocupante del Despacho Oval que vio nuevamente este lunes descender su popularidad en las encuestas.
Según un sondeo de NPR/PBS NewsHour/Marist, la aceptación del número uno del gobierno estadounidense se hundió a un mínimo histórico de 41 por ciento.
El estudio sale a la luz en un momento difícil para la administración, que actualmente se enfrenta a un aumento de los casos de Covid-19 impulsado por la combinación de la nueva variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2 con la delta.
Para muchos este es un escenario desastroso para Biden, quien, después del caos de la presidencia del expresidente Donald Trump (2017-2021), fue electo con la promesa de terminar con la pandemia y proteger a los estadounidenses.
Como argumento, los partidarios del gobierno alegan que el panorama se complica en parte debido a las facultades limitadas del ejecutivo federal de imponer medidas como el uso obligatorio de mascarillas o la vacunación, lo cual ha generado controversia y acciones legales.
Todo eso coincide, además, con el aumento de la inflación, la peor crisis económica enfrentada por este país en los últimos 30 años que se traduce en altos precios de bienes y servicios para los consumidores.
En ese contexto no solo están en peligro las propuestas legislativas de Biden, sino su crédito político y el de su partido cuando falta menos de un año para las elecciones legislativas de mitad de mandato, que podrían resultar un desastre para los demócratas, según analistas.
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