Sin dar muchos detalles, la secretaria de prensa de la presidencia, Jen Psaki, confirmó que el ocupante del Despacho Oval hablará al pueblo estadounidense justo un año después de los disturbios en el Congreso motivados por la teoría de fraude electoral del exgobernante republicano.
Además, este miércoles el actual jefe del ejecutivo norteamericano promulgó una ley que permite al jefe de la Policía del Capitolio pedir directamente ayuda a la Guardia Nacional y a las fuerzas del orden federal en caso de emergencia para evitar repetir los sucesos del 6 de enero pasado.
Ese día una multitud de seguidores de Trump irrumpió en la sede del Congreso con el fin de anular los resultados de las elecciones presidenciales que dieron como ganador al demócrata Joe Biden.
Durante el asalto, alentado por los insistentes reclamos del entonces número uno del gobierno estadounidense sobre un presunto fraude electoral, murieron cinco personas, entre ellas, un oficial de seguridad del complejo.
La víspera, Trump anunció que ofrecerá una conferencia de prensa en su residencia en Mar-a-Lago para discutir algunas cuestiones sobre lo ocurrido, que, según él fue, una “protesta completamente desarmada”.
Más de 700 personas han sido acusadas por su participación en los hechos y 65 de ellas ya fueron condenadas con penas de hasta cinco años de prisión.
Un comité especial de la Cámara Baja investiga los sucesos de aquella jornada mientras Trump y sus aliados intentan obstaculizar la pesquisa bajo los más diversos argumentos, incluida la invocación del privilegio ejecutivo rechazada por una Corte de Apelaciones de Washington D.C.
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