Según el sondeo exclusivo de Axios y el Instituto de Tecnología de Illinois, más del 70 por ciento de los mil 500 entrevistados se ha vuelto receloso de la influencia de los emporios tecnológicos, a los que consideran “demasiado grandes y entrometidos”.
Los encuestados también expresaron su preocupación por el uso de la inteligencia artificial (IA) y admitieron sentir desconfianza de su uso en los autobuses y en los sistemas de piloto automático de los aviones.
El 69 por ciento añadió que el desarrollo tecnológico podría recortar las posibilidades de empleo y casi el 60 por ciento desconfía de la IA para procesar las solicitudes de préstamos y fijar los tipos de interés de las hipotecas.
Tanto los liberales como los conservadores están abrumadoramente de acuerdo en que debería haber una supervisión pública o gubernamental del uso de algoritmos (71 por ciento).
Tres cuartas partes de los encuestados afirman que las empresas tecnológicas son monopolios (el 80 por ciento de los liberales y el 83 por ciento de los conservadores).
De acuerdo con el sondeo, un 53 por ciento de los encuestados dijo que el gobierno debería garantizar la competencia y más opciones en los servicios en línea.
En cuanto a la privacidad, la mayoría de los encuestados (78 por ciento) afirmó estar seguros de que se le dirigen anuncios en función de su actividad en la red, mientras que el 50 por ciento cree ser objeto de anuncios en línea basados en sus conversaciones personales fuera de las redes.
Sobre la dependencia de los teléfonos inteligentes, más de la mitad de los encuestados (56 por ciento) creen que son dependientes de sus teléfonos inteligentes y un porcentaje menor (31 por ciento) asegura sentir ansiedad o retraimiento sin sus dispositivos.
Por su parte, el 46 por ciento de los entrevistados afirma que sus amigos se sienten ansiosos si no tienen sus celulares cerca.
«Estamos en un punto en el que dependemos profundamente de las tecnologías en la vida cotidiana, pero al mismo tiempo, sentimos una profunda desconfianza», explicó la decana de la Facultad de Ciencias y Letras de la Universidad Tecnológica de Illinois, Christine Himes.
Para reducir ese escepticismo, el gobierno probablemente necesitará que el Congreso le conceda nuevas facultades y así lograr un mayor control sobre las tecnologías y las empresas del sector, concluyó.
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