Según la entidad, esa contracción de 7,1 puntos fue la más pronunciada desde abril de 2020 y pudiera sugerir que la variante Ómicron de la Covid-19 comenzó a afectar a los proveedores de servicios presenciales, como viajes, salidas a comer y entretenimiento.
Sin embargo, en opinión del Instituto el indicador de servicios se mantiene muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia.
En tanto, el índice de la actividad empresarial -paralelo a la medición de producción de las fábricas- cayó a un mínimo de tres meses a 67,6 por ciento tras tocar récord en noviembre.
Pese al retroceso en la mayoría de los índices en diciembre el ritmo de crecimiento del sector de los servicios es fuerte, indicó el presidente del Comité de Encuestas Empresariales de Servicios del ISM, Anthony Nieves.
A ello se suman los problemas la inflación, las interrupciones de la cadena de suministro, las limitaciones de capacidad, los problemas logísticos y la escasez de mano de obra y materiales, añadió.
Entre los sectores de servicios que registraron crecimiento se encuentra los alojamiento y alimentación, el comercio mayorista y la construcción.
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