A juicio del clérigo, Washington busca así aumentar el sufrimiento de los libaneses con el objetivo de presionar hasta las elecciones parlamentarias en la esperanza de que salgan airosos sus intereses.
Y, además, trata de desacreditar a la Resistencia islámica libanesa con el pretexto de que es la culpable de la actual crisis socioeconómica, apuntó en su habitual sermón de los viernes, una reseña del cual recibió Prensa Latina.
Hasta ahora el Gobierno norteamericano sigue sin otorgar permiso a Egipto y a Jordania para concretar los proyectos de suministrar gas y energía a la llamada nación de los cedros, dijo.
Las falsas promesas de la embajadora estadounidense en Beirut, Dorothy Shea, sobre esos proyectos solo son maniobras de engaño para confundir a los libaneses.
“Estados Unidos no quiere una solución por ahora y ejercerá presión hasta los comicios con la aspiración de convertir al Parlamento en una plataforma para atacar a la Resistencia y limitar su papel”, apuntó el dirigente de Hizbulah.
De otro lado, Damoush expresó que están en línea las posiciones de Arabia Saudita y las del enemigo del mundo árabe, Israel, respecto al Partido de Dios.
Las recientes declaraciones del rey saudita, Abdulaziz bin Salman, al calificar terrorista a Hizbulah, constituyen la culminación de posturas y manifestaciones contra la Resistencia lanzadas a menudo por Riad.
En todo caso, agregó, hubo falta de coraje de libaneses quienes defendieron al monarca, en vez de mostrar respeto por el Partido de Dios que acumula decenas de mártires en su lucha por liberar y conservar la soberanía nacional.
Esa política de adulación de algunos, puntualizó, ofende al pueblo de Líbano, al exponerlo a más chantaje y exigencias humillantes.
mem/arc