Autoridades niponas tomaron la medida debido a la propagación de la Covid-19 en estos territorios, supuestamente relacionada con la expansión de la variante Ómicron en bases miliares de Estados Unidos en el país.
Ante la situación, el primer ministro Fumio Kishida, prometió intensificar los esfuerzos en la prevención de la Covid-19; así como aumentar el ritmo de la vacunación de refuerzo para minimizar el impacto de esta nueva ola de infecciones.
Es la primera vez en tres meses que se imponen medidas de este tipo en Japón, desde el levantamiento de los anteriores estados de emergencia en octubre de 2021.
Las disposiciones estarán en vigor hasta el 31 de enero y facultarán a los gobernadores de las prefecturas a imponer medidas para el control de la pandemia menos estrictas que en un estado de emergencia total.
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