La funcionaria recordó a la televisora Canal 1 que en los últimos días varios países occidentales declararon que no entendían sobre qué base las autoridades de Nursultan solicitaron ayuda a la OTSC (Armenia, Belarús, Kazajastán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán).
Manifestó que resultó extraño escuchar al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken; o a la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, decir que no entienden los acontecimientos en Kazajastán y por qué la jefatura del país tomó esas decisiones.
“Ahora, en una hora, los jefes de Estado en el marco de la OTSC dijeron al mundo cómo reaccionaron, cuál es la base jurídica internacional de esta decisión, cómo evalúan la situación y cómo evolucionó. Creo que todas las preguntas que se plantearon o que, hipotéticamente se podrían haber planteado, fueron respondidas”, aseguró.
Este lunes, los jefes de los países miembros de la OTSC dialogaron por videoconferencia sobre los disturbios de los últimos días en Kazajastán, la situación actual en ese país y definieron medidas para contrarrestar la posible continuación de la amenaza terrorista contra esas naciones.
En la reunión, el presidente kazajo, Kasym-Zhomart Tokáyev, aseguró que los disturbios en el país fueron un intento de golpe de Estado.
“Bajo la apariencia de protestas espontáneas se desplegó una ola de disturbios masivos, ya que en un solo comando aparecieron radicales religiosos, elementos criminales, bandidos notorios, saqueadores y matones”, explicó.
Aclaró que las demandas socioeconómicas y sociopolíticas presentadas en los primeros momentos de las protestas, las cuales fueron escuchadas y atendidas por las autoridades del país quedaron “relegadas a un segundo o tercer plano y olvidadas”.
Tokáyev señaló que luego de ese primer momento se desarrolló la “fase caliente”, en la que intervinieron grupos armados que habían estado esperando ese momento.
“El objetivo principal quedó claro: socavar el orden constitucional, destruir las instituciones de Gobierno y tomar el poder. Estamos hablando de un intento de golpe de Estado”, subrayó el presidente.
Al respecto, su homólogo ruso, Vladimir Putin, confirmó que, con su actuación en Kazajastán, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) demostró que no permitirá la implementación de escenarios de revoluciones de color en sus países.
“Creemos que los sucesos en Kazajastán no representan el primer y, ni mucho menos, el último intento de interferir en los asuntos internos de nuestros Estados”, advirtió.
Putin puntualizó que las medidas adoptadas por el grupo militar demostraron que “no se permitirá la desestabilización de la situación en nuestra casa”.
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