El doctor en medicina Raúl Chávez (Hospital Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán de La Habana) explicó a Prensa Latina sus consideraciones sobre la importancia de vacaciones activas.
Sus opiniones ya fueron publicadas en la Revista Cubana de Medicina Física y Rehabilitación y tienen fuerte vigencia en los tiempos que corren, marcados por el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 y sus secuelas.
Chávez estudió el papel del ejercicio y la actividad física en el abordaje terapéutico de la obesidad y el sedentarismo, temas que debieran tener en cuenta las personas que buscan descansar en hoteles y hostales de manera pasiva. Precisamente, cada vez es más extensivo el criterio global de que las vacaciones deben tener movilidad y de ahí las recomendaciones de practicar caminatas, el senderismo, kayak, buceo, montañismo y otras modalidades que despejan de la cotidianidad.
Cuba no es ajena a tal tendencia, sobre todo ahora en tiempos de recrudecimiento de la Covid-19 y las nuevas variantes del coronavirus SARS-CoV-2.
En ello el liderazgo lo lleva la agencia de viajes Ecotur, encargada de proponer esos paquetes de descanso activo en la naturaleza.
Chávez recuerda que la obesidad es un trastorno frecuente de notable incremento en las últimas décadas en casi todos los países, lo que se relaciona, al igual que el sedentarismo, con el aumento de la morbimortalidad.
Entre los padecimientos asociados señala los cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, algunos tipos de cáncer, caídas, depresión y ansiedad.
En ese sentido resumió el papel de la actividad física en la terapéutica de la obesidad y la reversión del sedentarismo, y reseñó los programas de ejercicios físicos más beneficiosos.
Como método, especialistas realizaron una revisión de la literatura médica sobre los efectos favorables para la salud de la actividad física y los planes de ejercicios más eficaces para revertir tales problemas.
De ahí que la receta para prevenir la muerte prematura asociada a esos problemas sean, en primer término, los aeróbicos moderados de tres a cinco días por semana por no menos de 30 minutos.
Otra variante lo constituye la actividad intensa durante 20 minutos, la cual tiene mucho que ver con quienes planean vacaciones de manera activa por una semana a 10 días.
Esas prácticas se pueden combinar con no más de tres sesiones diarias y dos días semanales de ejercicios que incrementen la fuerza muscular y preserven la flexibilidad de músculos y tendones.
Los pequeños aumentos de la actividad de la vida diaria y la reducción del tiempo de sedentarismo aportan beneficios, sentencian los galenos.
Una buena parte de los turistas que llegan a esta isla junto a los vacacionistas locales, comparten sus horas con grandes ingestas de alimentos y bebidas alcohólicas, lo que perjudica la salud, mientras en el mundo la tendencia se inclina más a pasar esas jornadas en actividad.
Por tal motivo, el turismo de naturaleza en Cuba se incrementa, ello se apreció desde antes de la crisis sanitaria y ahora constituye perfecto escape para las vacaciones, sobre todo al compartir actividades de náutica recreativa, montañismo y caminatas.
Recuerdan los especialistas que la Organización Mundial de la Salud considera que la inactividad es el cuarto factor de riesgo de mortalidad.
Dicho elemento está vinculado al seis por ciento de los fallecimientos a nivel global y unos 5,3 millones de muertes anuales se atribuyen a la falta de ejercicio físico.
Una extensa propuesta de los médicos apunta a la posibilidad de los seres humanos de estar en movimiento, tanto durante las faenas laborales cotidianas como cuando buscan descanso y se transforman en turistas.
Ello es comprensible, pues los efectos de la actividad sobre la salud tienen relación con el peso y el aparato locomotor, junto a la disminución de la grasa abdominal, asociado a una dieta adecuada.
La actividad por tanto aumenta el nivel de vitamina D, la densidad ósea y la masa muscular y favorece la función neuromuscular, además de disminuir la fatiga en las actividades laborales y, por supuesto, en la recreación y el deporte.
Se trata de un ritmo a mantener, favorable al aparato cardiovascular y capaz de prevenir enfermedades del corazón, y controlar mejor la hipertensión.
De tales elementos científicos se desprende que el senderismo y las caminatas son elementos sumamente favorables y esenciales a la hora de programar descansos activos, pues permiten vincular el distanciamiento de la cotidianidad y propiciar una recreación perfecta.
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