Este jueves, el complejo de la embajada de Estados Unidos en esta capital fue bombardeado con tres cohetes que activaron el sistema antiaéreo de la legación diplomática y evitaron males mayores.
Las autoridades aún no informaron si hubo víctimas o daños materiales, aunque el personal se trasladó a lugares más seguros.
El pasado 5 de enero, cinco misiles Grad impactaron en la base estadounidense de Ain al-Assad, provincia de Al-Anbar, al tiempo que un artefacto explosivo detuvo la marcha de una caravana de apoyo a los soldados norteamericanos en la localidad sureña de Babel.
Con anterioridad, en una conexión vial entre la gobernación de Muthana y el sur del país, se registraron ataques contra otros dos convoyes de apoyo logístico a una alianza militar internacional liderada por el Pentágono.
De igual manera, Al Mayadeen divulgó los disparos de cuatro proyectiles Katyusha que golpearon una instalación del país norteño ubicada en los alrededores del aeropuerto internacional de Bagdad.
Estados Unidos e Iraq firmaron en julio pasado un acuerdo para retirar tropas de combate de la nación norteña que se cumplió el 31 de diciembre último.
Pero la anuencia estipuló que unos dos mil 500 uniformados estadounidenses y unos mil de una alianza internacional permanecerían en el territorio del país árabe en función de asesores y entrenadores.
Para la Resistencia iraquí no hay diferencias entre combatientes y consejeros, en todo caso, según declaraciones de sus dirigentes, todos son fuerzas ocupantes que deben abandonar el país a las buenas o a las malas, aseguraron.
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