Salvar la biodiversidad de mares, ríos, océanos y lagos es el principal propósito de la disposición regional, donde se producen cada año alrededor de 58 millones de toneladas de plásticos, menos de la tercera parte de ellos reciclado. Sanciones administrativas con multas que van desde dos mil 500 a 25 mil euros están previstas para los incumplidores de la normativa, la cual va contra todo lo confeccionado completamente de plástico y para lo que existe una alternativa sostenible en el mercado, como platos, vasos, globos y pajillas (absorbentes).
La legislación cubre todos los productos de un solo uso, no biodegradables y oxodegradables, incluidos componentes plásticos de los artes de pesca.
La víspera, el presidente de Legambiente, Stefano Ciafani, calificó la iniciativa como importante paso adelante y la primera acción verde de 2022 y recordó la posición de vanguardia de Italia contra utensilios de ese material de un solo uso.
En tal sentido el principal responsable de la organización ambientalista más extendida en Italia, mencionó las normativas nacionales para contrastar la basura marina como las prohibiciones de bolsas de plástico y bastoncillos de algodón no biodegradables y no compostables y el uso de microplásticos en el enjuague de productos cosméticos.
Ciafani insistió en la urgencia de fomentar una reducción drástica y concreta, a través de una aplicación efectiva de la directiva; sensibilizar a las personas para que adopten comportamientos y estilos de vida más sostenibles.
Recordó que la dispersión de plástico en el medio ambiente también puede causar graves daños a la biodiversidad.
El pasado 3 julio entró en vigor la Directiva SUP (Single Use Plastic) EU 2019/904 dirigida a promover la reducción de la contaminación por dichos residuos, de la cual derivarán diferentes medidas de gradual implementación.
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