La iniciativa empleará 50 mil millones de dólares del recién aprobado proyecto de ley bipartidista de infraestructuras.
De acuerdo con la Casa Blanca, se utilizarán los incendios intencionados «prescritos» para mantener la salud de los bosques e invertir en ayudar a las comunidades a adaptarse a ese tipo de situaciones de emergencia.
La decisión también incluirá inversiones para hacer frente a los riesgos posteriores a los incendios, la recuperación y la reforestación.
«Los impactos negativos de los incendios forestales superan con creces los esfuerzos para proteger los hogares, las comunidades y los recursos naturales», advirtió el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, en un comunicado.
Expertos prevén que la tendencia no hará más que empeorar con los efectos de un clima cambiante, por lo que trabajar juntos hacia objetivos comunes más allá de las fronteras y jurisdicciones es esencial para el futuro de estos paisajes y de las personas que viven en ellos, añadió.
El anuncio se produjo en un momento en el que el Gobierno promociona las inversiones previstas en el proyecto de ley bipartidista, especialmente mientras gran parte de su programa de gasto social y climático sigue estancado en el Congreso.
Se espera que el nuevo esfuerzo se centre en las zonas de mayor riesgo, como el suroeste y el noroeste del Pacífico.
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