El mandatario explicó que ahora corresponde cumplir los trámites pertinentes, entre ellos, la redacción del nuevo contrato de concesión, la consulta pública, el referendo de la Contraloría General y la aprobación de la Asamblea Nacional (Parlamento).
Desde el Salón Amarillo del Palacio de las Garzas (sede el Ejecutivo), el mandatario precisó que el acuerdo garantiza medidas para la protección ambiental, un estricto plan de cierre y disposiciones laborales ajustadas a la legislación vigente.
También adelantó beneficios para las comunidades de los distritos de Donoso y Omar Torrijos, en la caribeña provincia de Colón, donde está la mina.
Sobre las negociaciones desde el primero de septiembre del pasado año, con apego a los intereses nacionales, reconoció que “no fueron fáciles”.
Llegar a acuerdos “exigió disciplina, diálogos intensos, respetuosos y constructivos, durante cuatro meses”, precisó.
De esta manera, añadió, el país debe recibir ingresos superiores anuales a los 400 millones de dólares, considerando el precio actual de la libra de cobre.
La propuesta del Istmo también garantiza que el país reciba un ingreso mínimo de 375 millones al año, cifra que supera diez veces lo recibido anteriormente por el Estado.
Cortizo sostuvo que en las negociaciones los animó “la fortaleza de nuestro pueblo, la bandera en el Cerro Ancón y la convicción de servir al país”.
La mina de Cobre Panamá, ubicada en el distrito de Donoso, provincia de Colón, es la inversión privada más grande del país, con seis mil 700 millones de dólares; y aporta un 3,5 por ciento al Producto Interno Bruto y miles de empleos directos e indirectos.
El pasado 13 de enero, el ministro de Comercio e Industria (MICI) de Panamá, Ramón Martínez, presentó un utimátum a la empresa y contempla una regalía de entre 12 y 16 por ciento en base a las ganancias brutas.
También demandó el pago del 25 por ciento impuesto sobre la renta (ISLR), que hasta ahora no aportaba, y la retención del impuesto para los pagos por intereses bancarios y de dividendos.
La compañía explota un filón en las serranías de Donoso, Colón, donde existe potencial para extraer 320 mil toneladas métricas anuales de concentrado de cobre, con elementos de oro, plata y molibdeno.
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