En su Junta General, efectuada el fin de semana, se enfatizó además en que pese a las limitaciones impuestas por esa enfermedad, la entidad realizó en forma virtual los talleres El papel de la ciencias en la recuperación del país en la etapa de pospandemia, y Pensar la ciencia en tiempos de la Covid-19 .
También se llevaron a cabo varios paneles que permitieron profundizar en el pensamiento de Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, se aprobó el proyecto de estatutos de la SEAP y efectuaron otras importantes actividades desde su sede central en la capital, y en sus filiales de Pinar del Río, Matanzas, Camaguey y Holguín.
La reunión, que tuvo lugar el 14 de enero en ocasión del 229 aniversario de la SEAP, recordó el legado del doctor Eusebio Leal Spengler, Presidente de Honor de la Sociedad, y entregó por primera vez su recientemente instituido Premio PRO PATRIA al Instituto Finlay de Vacunas y al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.
Ambos centros científicos recibieron el galardón en reconocimiento a sus elevantes servicios en la exitosa lucha contra la COVID-19 y otros aspectos de la salud pública en Cuba y otros países.
Los participantes destacaron el papel de figuras como Francisco Arango y Parreño, Tomás Romay y otros insignes patriotas en la fundación de la SEAP, y coincidieron en que No se puede hablar de la formación de la nacionalidad cubana sin hablar de esta sociedad, que sigue formando parte de la historia de esta isla.
En las conclusiones, la presidenta de la SEAP, la doctora Zoila Benítez, señaló la necesidad de fortalecer los vínculos con otras entidades académicas y continuar las relaciones existentes con España y otros países.
Significó que en el período varias secciones de la institución mantuvieron un intenso trabajo, fueron incorporados nuevos jóvenes académicos a la Sociedad y se adoptaron 32 importantes acuerdos de los que se han cumplido 22, mientras que los restantes se materializarán en el nuevo período.
La institución prevé retomar toda su actividad en 2022 y tiene entre sus desafíos cultivar aún más su historia, su accionar en dos siglos, y ocupar un mayor espacio en el proceso de transformaciones que se desarrolla en el país y en el trabajo comunitario en los municipios.
Su encargo social incluye movilizar a la comunidad científico-técnica en función de los objetivos trazados por la Revolución Cubana, así como propiciar el intercambio y debate plural de opiniones para conformar criterios sobre temas vinculados a la promoción de la educación, la ciencia, la cultura y la protección del medio ambiente.
Todo lo anterior con vistas al perfeccionamiento permanente del modelo económico, social y político de la sociedad cubana.
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