Los representantes, en un intento desesperado por salvar el enorme plan de medidas de salud, clima y educación del mandatario, se enfrentan a numerosas disputas internas sobre la mejor estrategia a seguir en las próximas semanas.
De acuerdo con la publicación The Hill, el partido que se identifica con el color azul (D) busca pasar el proyecto bajo cualquier circunstancia antes de las elecciones de mitad de mandato, en otoño de este año.
La decisión llegó mientras el índice de aprobación de Biden se desploma, por lo que los líderes de esa fuerza política se apresuran para invertir la tendencia.
También aspiran a levantar la moral de los desanimados votantes de inclinación demócrata con el fin de conservar la cámara el próximo noviembre.
“Los legisladores liberales que luchan por instaurar beneficios sociales históricos ven este año como su última y mejor oportunidad para hacerlo, dadas las difíciles probabilidades que enfrentan en esas elecciones”, explicaron dos analistas de The Hill, Mike Lillis y Scott Wong.
La ley de 2,2 billones de dólares conocida como Reconstruir Mejor (Build Back Better) fue aprobada por la Cámara de Representantes en noviembre, pero desde entonces se topó con varios obstáculos en el Senado.
El principal de ellos es la oposición del senador demócrata Joe Manchin, quien expresó su preocupación por el hecho de que un nuevo gasto de ese nivel pueda cargar al país de deuda y exacerbar la inflación.
Su firme oposición llevó a los demócratas a reconocer la necesidad de reducir el paquete para que finalmente sea aprobado y llegue a las manos de Biden.
El estancamiento de la ley supone un revés para la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi (D), quien el año pasado logró unir a un grupo diverso en torno a ese enorme paquete de beneficios.
Con una mayoría muy reducida en la Cámara de Representantes, la ley requerirá el apoyo de los liberales, quienes ya se quejaban de que 2,2 billones de dólares eran demasiado poco, y ahora tendrán que aceptar un presupuesto aún más pequeño.
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