La decisión del juez Jeffrey Brown, quien fue nombrado por el expresidente Donald Trump (2017-2021), se trata del más reciente revés contra los esfuerzos de vacunación de la Casa Blanca.
De acuerdo con Brown, la orden excedía la autoridad del presidente, quien, a su parecer, “no puede exigir a millones de empleados federales que se sometan a un procedimiento médico como condición para su empleo».
El Departamento de Justicia dijo inmediatamente que apelaría esta decisión, que se produjo poco después de que el Tribunal Supremo bloqueara a principios de este mes el mandato de inmunización de Biden sobre los empleados de las empresas con 100 o más trabajadores. El mandatario exige la vacunación total de esos empleados, o que se sometan a pruebas periódicas.
Expertos creen que el poder del gobierno federal para imponer la vacunación a sus propios empleados tiene una base legal más sólida, aunque el fallo del viernes subraya la naturaleza continua de la disputa, explicó la publicación The Hill.
«Lo siento, pero esto es una locura. ¿El gobierno federal carece de poder para exigir a sus propios empleados que se vacunen?», escribió en Twitter el rector de la Universidad de Texas, Steve Vladeck.
El juez Brown señaló el interés en mantener la libertad de los individuos para tomar decisiones intensamente personales según sus propias convicciones.
Los republicanos montaron una gran campaña legal contra los mandatos de vacunación de Biden, por “infringir las decisiones personales de la gente”.
Sin embargo, muchos expertos en salud elogian la postura de la Casa Blanca y consideran que motiva la vacunación de un mayor número de personas, lo cual es un paso crucial en la protección contra la Covid-19, enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Después de que el mandato para las grandes empresas fuera anulado a principios de este mes, Biden instó a las compañías a exigir la inmunización de sus empleados por iniciativa propia.
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