La máxima autoridad judicial analizará el proceso de admisión de Harvard y la Universidad de Carolina del Norte (UNC), lo que supone la amenaza más seria en décadas sobre el uso de ese mecanismo en las casas de altos estudios del país.
A pesar de los desafíos similares, el tribunal defendió repetidamente en el pasado que se mantenga ese beneficio, que garantiza la diversidad del cuerpo estudiantil.
Actualmente, dos jueces liberales que fueron clave en esas decisiones ya no están: Anthony Kennedy y Ruth Bader Ginsburg.
Sus sustitutos, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, designados por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), son conservadores y menos propensos a considerar constitucional la práctica.
En el último caso, grupos respaldados por un viejo opositor a la acción afirmativa, Edward Blum de Maine, demandaron a ambas universidades en un tribunal federal, alegando que el sistema de admisión favorecía a los estudiantes asiáticos sobre las personas blancas.
Los tribunales inferiores dictaminaron que la consideración limitada de la raza por parte de las escuelas era un esfuerzo legítimo para conseguir un alumnado más diverso.
Las demandas están dirigidas a cuestionar el proceso de admisión tanto en una universidad privada como en una pública.
Los demandantes exigen que los centros educativos consideren la raza de un estudiante como un «factor adicional» entre otras muchas cualidades, siempre que el proceso de admisión considere las cualificaciones generales de los solicitantes y no utilice la raza “más de lo necesario” para lograr un nivel de diversidad.
El grupo Estudiantes por una Admisión Justa (SFA, en ingles), instó a los jueces a anular la decisión del tribunal de 2003, que respaldó el uso de la raza como factor adicional por parte de la Universidad de Michigan y sirvió de modelo para programas similares en todo el país.
Esa decisión «respaldó objetivos raciales que son amorfos y no medibles», dijeron los impugnadores al pedir al Tribunal Supremo que aceptara su recurso.
La Constitución exige una protección igualitaria y no contiene excepciones, dijeron, alegando que Harvard admite a los asiático-americanos en menor proporción que a los blancos y valora más la etnia negra o hispana.
De acuerdo con un juez del tribunal federal de distrito, el abandono de las consideraciones de raza «provocaría un fuerte descenso en el porcentaje de estudiantes afroamericanos e hispanos en las universidades”.
La publicación The Hill adelantó que es probable que el Tribunal Supremo vea los casos en su próximo mandato, que comienza en octubre.
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