Durante una conferencia de prensa en Muscate, Omán, el ministro de Relaciones Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, tendió una mano a Addis Abeba para intentar resolver el diferendo entre ambos países.
Citado por la agencia oficial de noticias Mena, Shoukry reiteró la postura de El Cairo de alcanzar un pacto vinculante sobre el tema.
El canciller afirmó que su Gobierno no es responsable de la interrupción de las negociaciones con respecto a la GERD, una fuente de conflicto desde el inicio de su construcción hace una década.
A mediados del pasado año la tensión aumentó luego de la decisión de Etiopía de realizar el segundo llenado de la instalación de forma unilateral, lo cual levantó duras protestas de Jartum y El Cairo.
Egipto afirma que la obra amenaza su cuota de agua del río Nilo, del que depende casi por completo el consumo humano, la agricultura y la industria del país, con más de 100 millones de habitantes.
Por su parte, las autoridades de Addis Abeba consideran la GERD clave para abastecer de energía eléctrica a los más de 110 millones de habitantes de Etiopía e impulsar así el desarrollo socio-económico del país africano.
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