Durante una visita oficial este fin de semana, el canciller de Kuwait, Ahmed al-Nasser, recabó una respuesta sobre el tema antes de una reunión de ministros árabes de Relaciones Exteriores prevista para el 30 de enero.
“Se supone que el jefe de la diplomacia libanesa, Abdalah Bo Habib, lleve esa respuesta a los conferenciantes”, indicó el medio noticioso.
Aoun refirió que el armamento de la Resistencia no es un asunto local, sino regional e internacional.
Con tal motivo, abundó sobre sus reservas en cuanto a la Resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU que menciona el documento presentado por el canciller kuwaití, el cual exige el desarme de Hizbulah.
“Los árabes y el mundo deben entender este asunto”, indicó el jefe del Estado libanés, de acuerdo con fuentes del Palacio Presidencial mencionadas por Al-Joumhouria sin identificar.
El ministro kuwaití confirmó la entrega de una lista de sugerencias emitidas por las naciones de la península Arábiga para otra vez generar confianza en Líbano.
Para que esa iniciativa sea exitosa, señaló, “no debe haber interferencia en los asuntos internos de los países árabes en general, y en los estados del Golfo, en particular”.
Líbano no debe ser plataforma de lanzamiento para la agresión oral o activa contra ningún país, subrayó.
Las relaciones de Beirut con los países de la península Arábiga se hallan en un nivel muy bajo, después de la retirada de embajadores de Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait.
Tal situación la generaron declaraciones del ministro libanés de Información George Kordahi, quien calificó de absurda la guerra en Yemen y de agresora a una coalición militar encabezada por Riad.
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