En un acto encabezado por el embajador Otto Vaillant y la representante permanente de Cuba ante la Unesco, Yahima Esquivel, fueron juramentados los integrantes del órgano electoral, presidido por la cónsul general Yusnery Sánchez.
Vaillant y Esquivel destacaron al colectivo de diplomáticos y trabajadores la relevancia del proceso de discusión del Código de las Familias, el carácter revolucionario del texto y su importante papel inclusivo en la sociedad.
El proyecto en cuestión fue aprobado por la Asamblea Nacional el pasado mes, y en sintonía con una de las disposiciones transitorias de la Constitución, será sometido a una amplia consulta y referendo populares para su confirmación.
También en diciembre, la Cancillería cubana activó una comisión especial encargada de garantizar el éxito del proceso para los nacionales que se encuentren en el exterior por razones oficiales.
En los debates sobre la iniciativa podrán participar igualmente los cubanos residentes en más de 140 países, quienes fueron llamados a aportar a través de una plataforma en Internet sus experiencias, incluyendo en temas como el flujo de viajeros y la transnacionalidad de la familia.
El Código es considerado un texto moderno, al proteger todas las expresiones de la diversidad familiar y el derecho de cada persona a constituir una familia en coherencia con la Constitución de la República y sus principios de igualdad, no discriminación y dignidad humana.
Asimismo, fortalece la responsabilidad familiar desde el punto de vista emocional, educacional, formativo y económico en la atención a sus miembros; con el amor, el afecto, la solidaridad y la responsabilidad en lo más alto de los valores.
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