La disputa por el máximo cargo del órgano legislativo, a pocos días del acto de investidura, no permite vislumbrar a ciencia cierta quién será la autoridad encargada de la toma de promesa de ley desde el Estadio de Tegucigalpa y con la bandera turquesa, color establecido en 1866.
La mandataria desconoció el nombramiento al frente del hemiciclo de Jorge Cálix, exdiputado del Partido Libertad y Refundación (Libre) y considerado como traidor al irrespetar el acuerdo firmado con la organización política Salvador de Honduras (PSH), previo a los comicios generales.
Pero, si bien aceptó la moción favorable al parlamentario del PSH Luis Redondo como presidente de ese poder estatal y lo invitó desde su perfil en redes sociales a la ceremonia de toma de posesión este 27 de enero, aún resulta incierto quién juramentará a la ganadora electoral.
Entre las peculiaridades del acto los expertos señalan la presencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pues el país no recibía a un alto funcionario de Washington desde 1986 cuando asistió George Bush, por entonces vicemandatario de la nación norteña, a la investidura de José Azcona.
También es la primera vez en la era democrática, durante cuatro décadas y 10 gobiernos, que una figura a ese nivel no pertenece al Partido Nacional o al Liberal, sino a Libre, organización formada tras el golpe de Estado a Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.
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